martes, 9 de diciembre de 2008

INSTALACIÓN DE CABLES ENTERRADOS. DISTANCIAS DE SEGURIDAD

En zonas urbanas ó de alta densidad de población no es aconsejable el tendido de líneas aéreas de media tensión, por razones de seguridad para los habitantes. Si a esto unimos el impacto medioambiental y estético que suponen los apoyos y las líneas, resulta aconsejable y preceptiva la instalación de líneas subterráneas en dichas zonas.
En estas condiciones, los centros de transformación están situados en diversos puntos de los núcleos de población y son alimentados por líneas subterráneas de media tensión. En menor escala, también empiezan a instalarse dichas líneas en zonas rurales e industriales.
Los conductores empleados para este fin han de estar, evidentemente, aislados, e instalarse enterrados (directamente ó dentro de tubos protectores) dispuestos en galerías construidas bajo el nivel del suelo.
El problema inicial radica en la adecuada protección de estos conductores, tanto respecto a su aislamiento eléctrico como a las agresiones mecánicas ó químicas que pueden proceder del subsuelo.
El incremento de los tendidos subterráneos de media y alta tensión se debe al desarrollo y nuevos diseños de cables de alta calidad con materiales aislantes que garantizan unos suministros fiables y duraderos.
No es necesario señalar que las líneas subterráneas son más costosas que las aéreas. La ejecución de zanjas y galerías adecuadas resulta más cara que instalación de apoyos y, sobre todo, los cables son mucho más complicados (y caros) que los simples conductores desnudos empleados en las líneas aéreas.

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